El Sindicato de Obreros de Marineros Unidos, había decretado un paro por tiempo indeterminado el último 22 de mayo.
Ver Nota: Se confirma el paro de Lanchas Colectivas a partir del miércoles 22 de mayo
La medida de fuerza se declaró ante la negativa de las Empresas de Transporte Público (Interisleña, Lineas Delta y Jilguero) de pagar la recomposición salarial por paritarias a su personal.
El pedido del sindicato era del 40 % de aumento, de los cuales el 20% debía abonarse antes del aguinaldo.
Sólo accedieron a abonar dicho importe, las Empresas de Turismo: Cacciola, Sturla y Catamaranes, el resto de las Empresas sólo ofrecen el 10% de aumento.
Recordamos que el presente conflicto salarial se manifiesta en momentos en los que la Secretaria de Transporte de la Provincia de Buenos Aires, pretende elevar la tarifa un 118% para el turista y un 38 % para el boleto isleño.
A fin de llevar a cabo ésta resolución, se realizó una Audiencia Pública el día 9 de mayo ultimo, donde la comunidad manifestó fuertemente su repudio.
Ver Nota: Los isleños se hicieron escuchar en la Audiencia Pública por el Transporte Fluvial
Los argumentos no sólo giraron en torno al importe de la tarifa, sino a que el Estado debería hacerse cargo del mismo, incluyendo al Transporte Fluvial en el sistema de subsidios, de la misma forma en el que ese encuentran incluidos el resto de los transportes terrestres.
Toda la actividad productiva en el Delta, basada en el turismo, entraría en una crisis terminal, que incluye el cierre de emprendimientos turísticos y la consiguiente perdida de puestos de trabajo.
La actividad social de los habitantes de las islas, también se vería seriamente afectada debido a que los «turistas», en todos los casos, son nuestros familiares y amigos.
Las Empresas de Transporte, alegan NO poder pagar los aumentos al personal sin que se suban las tarifas.
Al respecto, la Provincia de Buenos Aires, asegura que no está dispuesta a subsidiar éste tarifazo y ofrecen como solución, que se eleven las tarifas a costa de los pasajeros.
En tanto, los pasajeros (habitantes y turistas) que somos el último eslabón de esta desafortunada disputa de intereses y los rehenes de todas las partes, no estamos dispuestos a aceptar éste atropello.
La amenaza de aumento es inminente, y sus consecuencias también lo son.
Tal como se adelantó en la Audiencia Pública, los isleños cortaran el río cuantas veces sean necesarias para hacerse escuchar.
SI HAY AUMENTO, HAY CORTE.
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