Procesado y detenido en una causa por coimas organizadas desde comisarías porteñas, quien fuera presentado por Rodríguez Larreta como un ejemplo policial finalmente dejó su cargo.

 

El detenido comisario José Pedro Potocar, acusado de liderar una banda de policías coimeros, renunció hoy a la jefatura de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, después de que la Cámara del Crimen porteña rechazó su pedido de excarcelación.

El Ministerio de Justicia y Seguridad porteño informó oficialmente sobre la dimisión y dijo que “el Gobierno le aceptó la renuncia”. “La conducción de la Policía de la Ciudad continuará bajo la responsabilidad de la Secretaría de Seguridad, a cargo de Marcelo D’Alessandro”, agregaron desde la cartera porteña.

La renuncia se dio luego de que los camaristas Mariano Scotto y Mauro Divito, de la Sala 7 de la Cámara del Crimen, no hicieran lugar al pedido de la defensa de Potocar para que el policía fuera excarcelado y de que el fiscal ante la Cámara, Mauricio Viera, recomendara mantenerlo detenido ya que habría “serio riesgo de elusión” e incluso posibilidades serias de “amedrentamiento y hostigamiento” a testigos.

El oficial está arrestado desde hace casi dos semanas y fue procesado como jefe de una asociación ilícita que cobraba dinero ilegalmente a comercios, vecinos y cuidadores de autos en la calle, principalmente en los barrios de Núñez y Saavedra.

De esta manera, el primer jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, creada el año pasado por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta luego de la fusión entre la Metropolitana y parte de la Federal, deja su cargo y se retira por la puerta menos honorable: las rejas.

Obviamente el pedido de coimas y la extorsión a la población no es algo que sólo hacían Potocar y sus subordinados ni mucho menos es patrimonio de la flamante Policía de la Ciudad. Es más, lo sorprendente en este caso es que hayan caído presos un puñado de uniformados que durante años contaron con la protección política de sus superiores políticos y sus amigos judiciales, sean éstos del signo partidario que sean.