Un grupo de organizaciones reclama a las autoridades griegas y a la Unión Europea soluciones urgentes para evitar nuevos abusos.

 

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Un mes después de que el fuego devastara el centro de recepción de Moria, el mayor campamento de migrantes de Grecia, miles personas siguen atrapadas en las islas del Egeo, denuncia un grupo de ONG que reclama a las autoridades griegas y a la Unión Europea (UE) soluciones urgentes para evitar nuevos abusos.

«Instamos a los líderes de la UE a detener de inmediato la contención de personas en las islas griegas y a abandonar las propuestas de atrincherar instalaciones fronterizas en toda Europa. Nunca más significa nunca más», señala un comunicado de las ONG entre las que se cuentan Médicos Sin Fronteras (MSF), Europe Must Act, Help Refugees, Legal Centre Lesvos, Lesvos Solidarity, Refugee Rights Europe y Still I Rise.

Tras el incendio del mayor campamento griego, la UE prometió que «no habrá más Morias», pero más de 7.500 personas permanecen en el campo improvisado que se ha erigido también en Lesbos, mientras que varios miles más -7.000 de ellos menores- viven en otros enclaves de las islas.

Alrededor de 450 asociaciones, redes, grupos y políticos se sumado a un clamor para pedir unas mejoras que, al menos sobre el papel, no llegarán con el nuevo pacto migratorio elaborado por la Comisión Europea, informa la agencia de noticias Europa Press.El grupo teme que esta iniciativa reafirme las políticas de contención y, por extensión, la «miseria» que en su día caracterizó a Moria.

Consideran, asimismo, que el nuevo campo instalado en Lesbos repite ciertos patrones: «hombres, mujeres y niños duermen en tiendas de campaña sobre colchonetas, no hay agua corriente y solo se distribuye la comida una vez al día».

Los migrantes se bañan en el mar y apenas hay unos pocos baños portátiles, según las organizaciones, que temen que la situación empeore con la llegada del frío

Los migrantes se bañan en el mar y apenas hay unos pocos baños portátiles, según las organizaciones, que temen que la situación empeore con la llegada del frío.

En Samos, Quíos, Kos y Leros, miles de personas «están igualmente atrapadas y hacinadas en condiciones inhumanas».

En Kos, los recién llegados fueron detenidos automáticamente desde enero, mientras que en Samos, donde habian más de 4.300 personas pese a plantearse para menos de 650, hay más de 90 casos de Covid-19 pero ninguna respuesta médica adecuada, han denunciado.

«Ya basta. Reiteramos nuestro llamamiento para la descongestión urgente de las islas y el traslado de las personas allí confinadas a un alojamiento seguro y digno, con especial atención a la reubicación en Europa», plantean las organizaciones.