El Ministerio de Salud iraní informó hoy de 121 nuevos muertos por coronavirus en el país que ya registra 67.286 contagios y 4.003 fallecidos en total, mientras las muertes por consumo de alcohol adulterado o metanol y otras prácticas vinculadas a noticias falsas en el marco de la pandemia se cuentan por cientos.
Irán, el séptimo entre los países más afectados por la pandemia, defendió en estas últimas semanas su capacidad para hacer frente al coronavirus, pero insiste en su reclamo a la comunidad internacional para que cesen las sanciones de las que es objeto.
En ese marco, el mes pasado pidió al FMI una línea de crédito con la que reforzar su capacidad financiera, y ante la posibilidad de que Estados Unidos pueda bloquear la ayuda, el presidente iraní, Hasan Rohani, advirtió que no puede haber «discriminación».
Rohani defendió que Teherán siempre ha cumplido «sus obligaciones legales», pagando sus cuotas a organismos como el FMI o el Banco Mundial.
En tanto, más de 700 personas murieron en los últimos dos meses por consumo de alcohol adulterado, principalmente debido a intoxicaciones con metanol, por pensar que era un remedio efectivo contra el coronavirus, según informó la Organización de Medicina Forense del país.
Las intoxicaciones se dispararon en Irán, donde el consumo y la venta de alcohol está prohibido, desde el inicio del brote de coronavirus, alcanzando cifras mucho más elevadas de lo normal.
El comunicado de la Medicina Forense indicó que entre el 20 de febrero y el 7 de abril fallecieron 728 personas, mientras que durante el mismo periodo del año 2019 hubo 66 muertos a causa de este tipo de intoxicación.
Según la nota, «la ignorancia de algunos compatriotas sobre la forma correcta de usar compuestos alcohólicos y la difusión de noticias falsas en las redes sociales» que apuntaban a los beneficios del alcohol contra el coronavirus son algunas de las razones de este «aumento significativo».
La organización precisó que la autopsia de 471 de los fallecidos ya ha confirmado la intoxicación, en gran parte con metanol, y que esperan los resultados de los otros 257.
La mayoría de los muertos son hombres, un total de 627, con edades comprendidas entre los 14 y los 78 años, y la provincia más afectada es Teherán, con 192 casos.
La Organización de Medicina Forense denunció que algunas personas se han aprovechado de la situación para vender «productos dañinos» en los que han sustituido el etanol por metanol.
Más de 3.000 personas se intoxicaron por consumir alcohol adulterado y muchas de ellas han tenido que ser hospitalizadas en un momento de presión en los centros médicos debido a la pandemia del coronavirus.
El consumo de alcohol está prohibido en Irán desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, pero se pueden adquirir en el mercado negro bebidas importadas de contrabando o destiladas localmente.
Por el coronavirus, en Irán sólo permanecen abiertos los servicios esenciales y están prohibidos los viajes interurbanos, aunque la intención de las autoridades es comenzar a relajar algunas de estas medidas a partir del sábado 11 de abril, cuando se reanudarán las actividades económicas «de bajo riesgo».
Las actividades consideradas de riesgo todavía no tienen fecha de apertura.
Por el momento y hasta nuevo aviso, siguen suspendidas las clases y cualquier tipo de evento, sea cultural, deportivo o religioso, mientras que los santuarios islámicos también permanecen cerrados.
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