Se trata del segundo acto de violencia policial a jóvenes de secundaria en esta semana.
Denuncian que el intendente de Cambiemos, Jorge Nedela, ordenó a la Policía Local desalojar violentamente a los jóvenes que se encontraban reclamando por el déficit edilicio de su escuela.
Un grupo de jóvenes de la Escuela N°1 de la localidad de Berisso se encontraban realizando un reclamo pacifico frente al Palacio Municipal cuando fue víctima de un brutal ataque policial por parte de la fuerza de seguridad local. Distintos medios responsabilizaron al intendente de Cambiemos, Jorge Nedela, por el accionar ilegal de los uniformados.
Insólitamente, participaron de la represión también funcionarios del municipio que confirmaron al momento del hecho que la orden fue dada por el jefe comunal: «Saquen a esos pibes, que se vayan ahora mismo, tengo órdenes del Intendente”, afirmó el comisario de la 1ra, Héctor Vargas, mientras los uniformados arremetian contras los adolescentes.
Según afirman los testimonios, los agentes de la fuerza de seguridad irrumpieron y golpearon salvajemente a los jóvenes que se encontraban en frente a la oficina municipal. En un video registrado se puede observar a la policía agarrarando con violencia del cuello a uno de los chicos para tirarlo contra el cemento de la calle. Según determinaron los testigos participaron también de la represión efectivos de la Policía Bonaerense.
Los jóvenes se encontraban en el lugar solicitando medidas para lograr mejoras urgentes en su instituto educativo que cuenta con problemas edilicios. Denuncian que el sistema de calefacción se encuentra roto y los techos tienen goteras. Incluso señalan problemas de salubridad por palomas que ingresan a las aulas.
Según relató Tomas, uno de los alumnos, al portal Blanco sobre Negro, “Cuando este mediodía llegamos a la municipalidad, hicimos una especie de cordón en la vereda para que nadie pensara que íbamos a hacer lío. Nos dijeron que ingresáramos dos representantes. Estábamos frente a Defensa Civil, donde entran y salen autos. Nadie nos recibió, salimos, y mientras charlábamos qué hacer, la policía se nos vino encima, de repente, y a los golpes”.