El fuego afecta los estados de California, Oregón y Washington, donde hay zonas a las que los bomberos no pudieron aún acceder aún y las llamas se ven avivadas por altas temperaturas e intensos vientos muy secos.
En el incendio llamado Creek, que ya consumió más de 70.000 hectáreas, también se vieron afectados unos 360 edificios, según los bomberos de California, mientras miles de trabajadores intentan extinguir las llamas.En todo el Estado, hay más de 20 focos activos y el fuego ya consumió este año un total de 12.500 kilómetros cuadrados, un récord desde que comenzaron a hacerse estadísticas en 1987, de acuerdo a las cifras oficiales.
Cerca de Los Ángeles, el incendio Bobcat sigue fuera de control y ya abarcó a unas 9.000 hectáreas, según los bomberos.
En tanto, en el estado de Washington, las llamas consumieron más de 200.000 hectáreas, según el gobernador Jay Inslee, quien denunció el jueves las consecuencias catastróficas del cambio climático.
Las autoridades estiman que solo en California cerca de 14.000 bomberos combaten los incendios y no descartan que el número de víctimas fatales se incremente por la imposibilidad hasta el momento de ingresar a algunos sectores.