La consultora Economía & Regiones aseguró que “el reciente salto del dólar no se debe a las PASO”. La diferencia de votos entre Fernández y Macri fue el «detonante» de la suba del dólar, pero no el «causante», remarcó.

 

BCRA

La tercera etapa del plan monetario llevado a cabo por el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, “seguirá haciendo crecer y acercando en el tiempo el riesgo de default e hiperinflación” ya que “no sólo no soluciona los problemas monetarios y de balance del BCRA, sino que promete agravarlos día tras día hasta las elecciones de octubre”, aseguró la consultora Economía & Regiones.

Asimismo, la entidad dirigida por Diego Giacomini sostuvo que el resultado de las PASO, en las que Alberto Fernández obtuvo una diferencia de 17 puntos porcentuales sobre Mauricio Macro “es el detonante, pero no el causante del salto del dólar de $45 a $58”.

“El reciente salto del dólar no se debe a las PASO, que es el detonante del problema, sino que es resultado de la falta de reputación, ausencia de credibilidad y pésimas políticas monetaria (BCRA) y fiscal (Hacienda), que son los verdaderos causantes del problema”, indicó para agregar que el resultado electoral “sólo adelantó la caída de la demanda de dinero, que igualmente iba a terminar cayendo más temprano que tarde; probablemente algunas semanas después”.

Momentos

E&R clasificó la política monetaria emprendida por la actual conducción del BCRA en tres etapas:

  • “Sandleris 1”, entre octubre de 2018 y el 26 de abril de este año”
  • “Sandleris 2” desde el 29 de abril, cuando la “Zona de No Intervención” se convirtió en “referencia” hasta las PASO
  • “Sandleris 3”, iniciado el 12 de agosto en el que se interviene en el mercado “para mantener el tipo de cambio nominal estable en un nivel no informado” que “se supone entre $58 y $60”.

Para la consultora, “el Sandleris 3 no sólo no soluciona los problemas monetarios y de balance del BCRA, sino que promete agravarlos día tras día hasta las elecciones de octubre”, ya que se seguirá con la política de “alta tasa de interés y crecimiento exponencial de LELIQs”, más el mencionado agregado de ventas de reservas.

Vaciando el Central

Eso implica para E&R que la autoridad monetaria “va a seguir achicando su activo en dólares y agrandando su pasivo en pesos” y en consecuencia “seguirá quebrando cada vez más su balance, agrandando y potenciando los problemas monetarios, lo cual hace crecer la promesa de un horizonte futuro y certero con más devaluación y más inflación”.

Ese frente monetario se agrava a raíz de que “por el lado fiscal, el gobierno nacional anunció baja de impuestos sin previa reducción de gastos, lo cual confirma un escenario de mayor déficit primario”, generando un aumento de la brecha entre “lo que ‘hay’ y lo que se ‘necesita’ para tener chances de refinanciar la deuda y evitar el default.

Análisis dinámico

Pero E&R alertó que “lo más grave emerge cuando dejamos de lado el análisis de estática comparativa y ponemos a rodar el análisis dinámico”, del que surge que el Sandleris 3 “al perder reservas y seguir potenciando las LELIQs, achica el activo, agranda el pasivo y empeora la cuenta del resultado del BCRA, convirtiéndose en un taxímetro que agranda los desequilibrios monetarios en forma permanente”.

“Cuantas más reservas se vendan para mantener el tipo de cambio estable durante el período electoral, más alta este la tasa de interés y más crezcan las LELIQs, más se ‘rompe’ el balance del BCRA y más se agrandan los problemas monetarios debajo de la alfombra; con el consiguiente mayor costo a futuro”, sentenció.

El peor remedio

Al respecto, E&R señaló que “estabilidad del dólar nominal a costa de vender reservas, es más devaluación y más inflación futura”.

Por otro lado, pronosticó que “la actual política del BCRA, al asegurar más devaluación e inflación a futuro, herirá aún más el nivel de actividad, pero por el otro lado, aumentará el peso del endeudamiento, el debt ovehang, el costo de capital y el superávit primario necesario para que la deuda sea sustentable”.

“En pocas palabras, la actual política monetaria del BCRA seguirá haciendo crecer y acercando en el tiempo el riesgo de default e hiperinflación. En este sentido, tanto los agentes económicos individuales como las firmas deberían descontar, salvo un milagro de por medio, un escenario de mediano plazo (fines 2019 y 2020/2021) con un dólar más caro, pero con más inflación, lo cual implica importantes ajustes nominales”, finalizó.