El primer discurso de Fernández hizo eje en el conflicto bélico en Ucrania y en una necesaria remodelación del sistema financiero para que los «esfuerzos se equilibren y las ventajas se distribuyan con criterios de equidad».
Respecto de la guerra, recordó que la «Argentina condenó la invasión de Ucrania por parte de la Federación de Rusia» y reclamó «el pleno apego a todos los principios del multilateralismo» para alcanzar «la solución pacífica de las controversias y en el pleno respeto de los derechos humanos».
«Desde un comienzo reclamamos el cese de las hostilidades. Ahora necesitamos impulsar el diálogo entre las partes involucradas. La historia da cuenta de que cada conflicto terminó, con acuerdos logrados sobre la base de iniciativas concretas. Tomemos ya la iniciativa en procura de la paz. Hagámoslo antes que sea demasiado tarde«, clamó.
Fernández subrayó que el conflicto entre Kiev y Moscú es una «una tragedia» que afectó a los flujos comerciales y la logística, «ya seriamente dañados durante la pandemia», alcanzando ahora «un punto crítico».
«Tomemos ya la iniciativa en procura de la paz. Hagámoslo antes que sea demasiado tarde»
«Los mares están militarizados. La guerra promueve el gasto en armamentos en detrimento de la inversión en proteínas, salud o educación que tanto necesita la humanidad», agregó.
En tanto, en su segunda intervención ante los mandatarios, Fernández celebró los debates sobre «impuestos que corrijan la concentración del ingreso».
«En ese escenario vuelven a asomar los especuladores financieros que contaminan el comercio de materias primas. Fomentan un juego peligroso en los mercados a futuro y acaban determinando altas y bajas de precios que aumentan la volatilidad», agregó.
Frente a esa situación, el mandatario argentino dijo que «es necesario evitar las barreras proteccionistas y para arancelarias para la comercialización de alimentos» ya que, advirtió, si la crisis actual se prolonga, habrá una hambruna que afectará a más de 300 millones de personas en el mundo.
«Como siempre digo, no podemos ver impávidos como la riqueza se concentra en pocas corporaciones mientras la pobreza se distribuye entre millones de personas», añadió.
En ese momento, alertó que la guerra está golpeando «con fuerza a los sectores vulnerables, y en especial a las mujeres y las infancias».
El Presidente advirtió que si la crisis actual se prolonga, habrá una hambruna que afectará a más de 300 millones de personas en el mundo.
«Nosotros apoyamos y fortalecemos el empoderamiento político y la autonomía económica de las mujeres y las diversidades, para atenuar y terminar con la desigualdad que ha imperado», explicó.
Luego, el Presidente enumeró diversas conquistas alcanzadas durante los últimos años por los colectivos de mujeres y disidencias.
«Reconocimos legalmente el matrimonio igualitario. Sostuvimos la asignación universal por hijo. Respetamos la atribución de género en documentos de identidad. Legalizamos la interrupción voluntaria del embarazo», repasó en presencia del presidente estadounidense, Joe Biden, días después de que la Corte Suprema de ese país limitara el derecho al aborto.
«Los femicidios constituyen una tragedia que de ninguna manera nos permitiremos naturalizar. El mundo debe cambiar. Ojalá primen en el tiempo que se avecina la solidaridad, el compromiso y la lucidez», subrayó.
En su primera intervención, Fernández había recordado a los presentes que hace exactamente 75 años, el 27 de junio de 1947, «se inició la conferencia de París que abrió el camino al Plan Marshall que ayudó a Europa a recuperarse tras la Segunda Guerra Mundial» y destacó que América Latina nunca contó con un mecanismo de ayuda de esa envergadura.
«En América Latina y el Caribe no soñamos con un nuevo Plan Marshall. Nunca tuvimos uno. Pero soñamos con un nuevo orden internacional donde los esfuerzos se equilibren y las ventajas se distribuyan con criterios de equidad. Soñamos con no ser discriminados por el mundo central y condenados a la marginalidad y al olvido», apuntó.
Para poder hacer frente a los desafíos actuales -entre los que incluyó problemáticas ambientales, sanitarias, energéticas y financieras- el jefe de Estado abogó «por la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo».
«En América Latina y el Caribe no soñamos con un nuevo Plan Marshall. Nunca tuvimos uno.»
Fernández expuso entonces sobre los Derechos Especiales de Giro (DEGs) emitidos por el Fondo Monetario Internacional, mecanismo que la Argentina se vio imposibilitado de utilizar para la reconstrucción pospandémica ya que debió derivarlos para el pago de intereses de la deuda adquirida con ese mismo organismo durante la Presidencia de Mauricio Macri.
«La canalización de los DEGs a través del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad debe incrementarse incluyendo a los países de renta media. No deben ser instrumentos destinados a engrosar las reservas de bancos centrales que no los necesitan. Deben tener un sentido social capitalizando bancos regionales para financiar infraestructura requerida para el desarrollo que el cambio climático además exige», apuntó.
También pidió la revisión de la política de sobrecargos cobrados por el FMI, una situación que también sufre la Argentina a causa del endeudamiento de 2018: «Constituyen una penalización inadmisible en las circunstancias dramáticas que hoy vivimos», advirtió.
Decenas de vecinas y vecinos participaron de la propuesta encabezada por profesores locales, con el…
Lo afirmó el intendente de Tigre en el marco del 29° aniversario del Centro de…
El intendente estuvo presente en el Centro de Jubilados 2 de Abril donde se realizó…
La iniciativa tuvo lugar en el Polo Educativo del barrio La Esperanza, con el propósito…
Los interesados podrán inscribirse a la 33° edición de la competencia hasta el viernes 3…
Autoridades del Poder Ejecutivo comunal y representantes de la Policía bonaerense acompañaron la actividad, encabezada…