Los municipios bonaerenses de Ituzaingó, Hurlingham, Tigre, Pilar y Lanús replican a nivel local las medidas que surgen desde la administración provincial y nacional para prevenir la pandemia de coronavirus.

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Con distintas estrategias, los jefes comunales del conurbano buscan imponer restricciones de circulación y otras medidas preventivas para evitar la propagación del Covid-19.

Ituzaingó

El intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, comentó a Télam que «en el distrito se está tomando conciencia y hay poca gente en la calle; se reforzó el hospital local y hay reuniones con intendentes de municipios vecinos como Hurlingham y Morón».

Descalzo agregó que también se trabaja «con las pymes locales, poniendo a su disposición las directivas que surgen de provincia y Nación» y manifestó que se están entregando en las escuelas las viandas a alumnos que comen regularmente en los establecimientos educativos.

«Hay un trabajo diario que se realiza con el PAMI para monitorear a los adultos mayores y con Desarrollo Social para unos 7.000 vecinos del distrito que reciben de manera diaria alimentos», sostuvo.

Lanús

En tanto, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, informó a esta agencia que existe un «trabajo conjunto con Nación y provincia ante esta situación sanitaria, que merece todo nuestro esfuerzo y atención; lo importante es que el virus no nos alcance y se propague».«El municipio mantiene todas las salas de salud trabajando a pleno y en cada una de ellas hay un consultorio especialmente acondicionado para atender posibles casos», contó Grindetti.

Asimismo, remarcó que se realizan «trabajos de desinfección con lavandina y agua en todos los centros de salud y dependencias municipales, y en el Centro de Atención al Vecino hay horarios especiales para personas mayores que conforman el grupo de riesgo».

Tras recordar que en el distrito se cerraron los boliches bailables y bingos, entre otros establecimientos, indicó que se requirió a los clubes de barrio «que contengan a los pibes, pero adecuadamente y evitando la realización de reuniones, al igual que en los Centros de Jubilados”.

Tigre

Desde Tigre, el jefe comunal, Julio Zamora, explicó a Télam que «en las dependencias municipales se utilizan separadores retráctiles para evitar el contacto directo entre vecinos y empleados, mientras que en la vía pública hay móviles y tótems seguridad que recomiendan por altavoz permanecer en los hogares».«El municipio mantiene todas las salas de salud trabajando a pleno y en cada una de ellas hay un consultorio especialmente acondicionado para atender posibles casos», contó Grindetti.

Asimismo, remarcó que se realizan «trabajos de desinfección con lavandina y agua en todos los centros de salud y dependencias municipales, y en el Centro de Atención al Vecino hay horarios especiales para personas mayores que conforman el grupo de riesgo».

Tras recordar que en el distrito se cerraron los boliches bailables y bingos, entre otros establecimientos, indicó que se requirió a los clubes de barrio «que contengan a los pibes, pero adecuadamente y evitando la realización de reuniones, al igual que en los Centros de Jubilados”.

Hurlingham

Por último, el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, sostuvo en diálogo con radio Rivadavia que observa «con mucha alegría el compromiso de la comunidad», ya que «en el distrito hay un alto nivel de acatamiento» al pedido de quedarse en sus casas.

Zabaleta destacó «la reducción de 50 a 20 en los turnos programados del hospital municipal de Hurlingham» y, por otra parte, contó que en el distrito hay «30.000 chicos que desayunan y almuerzan en las escuelas, por lo que el domingo, cuando se suspendieron las clases, se convocó a proveedores de alimentos».

«Se envió comestibles a granel en cada colegio y armamos un bolsón para 15 días por chico, con arroz, polenta, fideos, tomates, calabaza, papa, cebolla, arvejas y medio kilo de frutas, mientras que a los que desayunan en la escuela se destinó mate cocido, leche, galletitas y frutas», concluyó.