Fue multitudinaria la movilización popular en todo el país este viernes 1° de septiembre, al cumplirse 31 días de la desaparición forzada de Santiago Maldonado.

 

Marcha por SantiagoSólo en la ciudad de Buenos Aires, unas 250.000 personas se concentraron en Plaza de Mayo en un acto convocado unitariamente por un muy amplio arco de los organismos de derechos humanos -la práctica totalidad de los que se acercaron al kirchnerismo durante los gobiernos pasados, junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia- y que tuvo como únicos oradores a los hermanos y cuñadas de Santiago. El acto contó con el acompañamiento de artistas y bandas como La Chilinga, Onda Vaga, Arbolito, Salta la Banca y Pez. También colectivamente acompañaron a la familia en un tema musical dedicado a él.

Las intervenciones de la familia cerraron con Sergio Maldonado, quien cuestionó duramente al gobierno y pidió la renuncia de Bullrich. Compartimos a continuación sus palabras:

“A un mes de la desaparición de Santiago Maldonado, el Estado sigue negando su desaparición a manos de la Gendarmería. Y pareciera que negara hasta su propia existencia. En ningún momento se cuestionó el accionar de esta fuerza el día de la represión en la comunidad mapuche, de la cual fue testigo el mundo. Lo único que hicieron fue cuestionar a Santiago, a sus amigos y a mi familia. Somos maltratados por la señora ministra de Seguridad (un minuto de gritos, abucheos y reclamos de ¡Qué se vaya!). Somos maltratados por la señora ministra de Seguridad que ha demostrado no estar capacitada para ocupar ese puesto. Ni tampoco esclarecer la desaparición de Santiago”.

“Somos hostigados por informaciones falsas que lo único que hacen es sembrar la desesperanza en mi familia. Tenemos que soportar también declaraciones de funcionarios que lo único que hacen es aportar dudas y confusión. Nuestra familia ha colaborado desde el primer día en todos los requerimientos que les fueron pedidos. Como ser la muestra de ADN, tanto la mía como la de mis padres. Jamás nos negamos porque negarse sería no querer tener a Santiago con nosotros”.

Marcha por Santiago

“Queremos una investigación seria e imparcial. Queremos que se investigue a todo el personal de la Gendarmería que actuó en el operativo el 31 de julio y el 1° de agosto. Ellos son los responsables y tienen que dar cuenta de su actuación” (gritos: ¡Asesinos, asesinos!).

“Hasta cuándo debemos soportar esta situación. Hasta cuándo debemos preguntarnos dónde está Santiago. Hasta cuándo seguirán cuestionando a Santiago, sus fuertes convicciones, su ideología de la solidaridad sin tranzar con nada ni con nadie. A la señora ministra de Seguridad, le pido que de un paso al costado, y deje el lugar a alguien realmente capacitado (gritos: ¡Qué se vaya!). Para poder brindarnos seguridad y no inseguridad”.

“Agradecemos a todos los organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, sindicales y políticas. A la comunidad mapuche en especial (aplausos), a todas las personas que nos acompañan, día a día reclamando junto a nosotros la aparición con vida de Santiago. ¡Santiago Maldonado, presente, Santiago Maldonado, presente, ahora y siempre, ahora y siempre! Muchas gracias a todos. (gritos: Macri basura, vos sos la dictadura)”.

LA RESPUESTA DEL ESTADO

En una nueva muestra de cinismo gubernamental, al mismo tiempo que se desarrollaba el acto, el gobierno montó una de sus frecuentes puestas de escena para que Mauricio Macri se mostrara despreocupado en las redes sociales, comiendo un postre helado en Tucumán. Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich dedicó la jornada a construir en twitter su propia realidad virtual, autopromocionando su gestión.

Pero la violencia simbólica diurna se convirtió en una agresión muy material al caer la noche.

Pasadas las 21 horas, más de una hora desde el final del acto, se desplegó un gran operativo represivo luego de que la policía avanzara contra un grupo de personas que se quedaron en la zona y realizaron pintadas y arrojaron piedras e incendiaron papeles frente a la Catedral.

El despliegue ordenado por el Ministerio de Seguridad con gases lacrimógenos y balas de goma dejó veintitrés detenidos y veinte heridos (a la hora de publicación de esta nota) y sirvió para que los medios hegemónicos montaran un show para correr el eje de la inmensa movilización.

La policía, cuya brutalidad se transmitió en vivo a pesar de los intentos de maquillarla, se ensañó con quienes registraban los hechos. Siete de los detenidos -algunos de ellos con particular violencia- son periodistas, fotógrafos y comunicadores populares y el poder judicial pretende mantenerlos incomunicados por 48 horas por el “delito” de documentar la represión.

Militantes de la CORREPI, el SiPreBA, la RNMA y otras organizaciones concentran esta madrugada en la puerta de las comisarías 30, y las comunales 4, 12 y 15 de la CABA para liberar a las y los detenidos.