En junio, el Índice de Relevamiento de Precios (IRP) registró un aumento de 4% mensual. En términos anuales respecto a igual mes del año pasado la inflación alcanzó a 29,6%. De esta manera, comienza a observarse el impacto de la actual corrida cambiaria sobre los precios.
Por su parte, la inflación núcleo fue aún mayor y ubicó en 4,1% mensual, la más elevada desde diciembre de 2015 y respecto al mismo mes de 2017 registró un crecimiento de 26,1%.
El alza del nivel general se vio impulsada principalmente por Salud y Transporte y Comunicaciones (ambos con alzas de 5,5% mensual), aunque casi todos los rubros exhibieron una suba significativa.
La inflación núcleo fue aún mayor y ubicó en 4,1% mensual, la más elevada desde diciembre de 2015 y respecto al mismo mes de 2017 registró un crecimiento de 26,1%.
Para el mes de agosto, se espera que el nivel general de precios continúe subiendo a una tasa elevada, producto del impacto de la suba del tipo de cambio y el alza de bienes y servicios regulados como combustibles.
De esta manera, la inflación volvió a acelerarse significativamente y se mantendrá en niveles muy elevados. Es esperable que el consumo (ya seriamente afectado en el primer semestre) acuse un renovado impacto negativo para lo que resta del año, en línea con la caída del poder adquisitivo de los salarios
