El informe señala el impacto favorable de las medidas adoptadas por el Gobierno nacional, como el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción, la prohibición de despidos y el acuerdo para el sostenimiento del empleo y la actividad productiva.

 

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Unas 28.800 personas accedieron a una ocupación formal en junio (0,2% más que el mes anterior), luego de tres meses de números negativos como consecuencia de la pandemia de coronavirus, mientras la tasa de incorporación de personal fue de 0,8%, la más alta desde el comienzo de la cuarentena, lo que evidencia «el inicio de un incipiente proceso de recomposición laboral», destacó un informe universitario.

«La reapertura de varias actividades, como consecuencia de la flexibilización de las medidas de aislamiento en todo el país, impactaron de modo positivo en la evolución del empleo», resumió el análisis del Centro de Estudios Metropolitano (CEM), de las universidades nacionales de Hurlingham y Arturo Jauretche, y la UMET (Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo).

El estudio destaca el impacto favorable de las medidas adoptadas por el Gobierno nacional, como el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), la prohibición de despidos y el acuerdo para el sostenimiento del empleo y la actividad productiva, del que participaron la Unión Industrial y la CGT.

Esas disposiciones «han repercutido en un incremento, aunque limitado, de las contrataciones de personal en relación a los meses previos, comenzando a mitigar los efectos de la crisis consecuencia de la pandemia a partir de marzo», evaluó el CEM.

Advirtió, sin embargo, que los efectos de la emergencia sanitaria todavía inciden en el mundo laboral: la caída interanual del empleo en junio fue de -2,8%, y respecto de febrero, último mes de «normalidad», del -2,4%.

El cuanto al repunte reciente en el trabajo registrado, se explica fundamentalmente por el aumento de trabajadores independientes (1,5%), traccionado en especial por la recuperación de los monotributistas (2,2%).

Al considerar sólo al sector privado se observó que el empleo asalariado registrado mostró en junio una tendencia a la recuperación, ya que la caída de 0,1% mensual fue inferior al -0,3% del mes anterior, precisó el CEM.

La variación interanual, de todos modos, continúa mostrando valores negativos, con una pérdida de 289,6 mil puestos de trabajo asalariado privado (-4,8%).

En ese marco, varias provincias mostraron en junio un crecimiento del empleo asalariado privado (Tierra del Fuego, 1,6%; Catamarca, 0,9%; La Rioja, 0,6%; Chaco, 0,4%), mientras en CABA los números arrojaron una caída de -0,6% respecto del mes anterior.

La baja interanual del empleo privado en junio fue en la Ciudad de Buenos Aires de 6,2%, casi el doble que en la Provincia de Buenos Aires (-3,3%) y con un ritmo superior al promedio del total país (-4,8%).

De marzo a junio se perdieron 167.800 puestos de trabajo de asalariados registrados privados en todo el territorio nacional y 56.100 (uno de cada tres) en CABA, durante la crisis por la Covid-19, concluyó el Centro de Estudios Metropolitano.