El juicio contra la comunidad indígena ubicada en el medio de los barrios privados en Tigre, entra en su etapa final. El jueves 13 de septiembre fueron llamados a declarar los testigos y ahora resta resolver qué institución realizará un peritaje antropológico.

Punta Querandí

Ese mismo día, representantes de organizaciones de diversos distritos del Gran Buenos Aires se convocaron en la Plazoleta del Mástil, frente al Juzgado Civil y Comercial 16 de San Isidro, para acompañar a Punta Querandí en rechazo a la demanda judicial impulsada por el empresario Jorge O’Reilly, responsable de la construcción de barrios privados sobre miles de hectáreas de humedales y la destrucción de enterratorios ancestrales.

Desde hace más de una década, la Comunidad de Punta Querandí ejerce control territorial y se ha desarrollado culturalmente en el espacio ubicado entre el Arroyo Garín y el Canal Villanueva, en el Paraje Punta Canal. Ya en el 2011, el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas de la Secretaría de Derechos Humanos Bonaerense, expresaba en una resolución oficial que Punta Querandí “constituye de interés cultural debido a su utilización por toda la comunidad local, vecinos, pescadores, docentes que organizan visitas educativas, pueblos originarios que desarrollan danzas, ceremonias y otras actividades culturales”. Y destacaba el “importante y constante vínculo cultural de memoria colectiva que representa en la actualidad para los pueblos originarios”.

Punta Querandí

Sin embargo, en el juicio caratuladoSan Atanasio SRL contra Callamullo y otros por acciones posesorias”, el empresario Jorge O’Reilly, presidente de EIDICO, argumenta que la ocupación de las tierras -que considera de su propiedad privada– recién se inició en enero de 2017 con la construcción del Museo Autónomo de Gestión Indígena. La demanda judicial es un “interdicto de recobrar”, un proceso acelerado una de cuyas  condiciones es que la supuesta “usurpación” debe tener un plazo menor a un año.

En octubre del año pasado, San Atanasio sufrió un revés cuando la jueza María Teresa Petrone ordenó trasladar la demanda a la Comunidad, hiriendo de muerte uno de los argumentos más utilizados por la empresa: la de los “indios truchos”. En su contestación de demanda, Punta Querandí solicitó estar amparada en el marco de la Ley 26.160 que ordena relevar los territorios de los Pueblos Originarios y suspende los desalojos.

Punta Querandí

A principios de agosto, la magistrada dirigió una inspección ocular del territorio en conflicto, una medida solicitada por ambas partes, donde observó diferentes construcciones, áreas y sectores de Punta Querandí. En el acta firmada al finalizar dicho procedimiento, se menciona el salón comunitario, el monolito de Ana María Martínez, el Museo, el Opy, el vivero, la huerta, el Monumento al Yaguareté, el quincho y la Maloka. Además se nombran el bosque, el sector de paja brava y el de las carpas.

El jueves 13 de septiembre a las 9 de la mañana, los testigos de la comunidad dieron su testimonio en el Juzgado. Los lugareños Eduardo Duarte, Erica Delange y José Burgos, los trabajadores de la educación Marta Salvatierra e Ignacio Vedia, y la referente guaraní Gladis Roa, se refirieron a la existencia de los denunciados desde hace más de 10 años en el territorio a través de distintas prácticas culturales, espirituales, actividades y construcciones.

 

En tanto los testigos de la empresa declararon el jueves siguiente: todos ellos tienen una vinculación directa -laboral o de amistad- con el empresario Jorge O’Reilly, dueño de EIDICO y San Atanasio. A tono con la demanda de desalojo, Félix Dufourq, ex intendente de San Benito, vecino de ese country y amigo personal de O’Reilly; Nicolás Camaño, directivo de EIDICO y Carlos Moyano, empleado de lamisma empresa, hablaron de un supuesto escenario de violencia, clandestinidad y amenazas, afirmando que la ocupación se limitaba a la calle Brasil.

Resta definir la realización de un peritaje antropológico, que la empresa quiere que lo efectúe el organismo de gobierno encargado de patrimonio arqueológico de la provincia de Buenos Aires, a cargo del funcionario bonaerense Fernando Oliva a quien desde Punta Querandí se lo cuestiona desde el 2010 por haber actuado de manera cómplice con los negociados inmobiliarios en Tigre. Por su parte, la comunidad indígena ha propuesto que dicho peritaje lo lleve adelante una institución académica de alguna universidad nacional.

 

CONVOCATORIA FRENTE AL JUZGADO

Luego de las declaraciones de los testigos, en la Plazoleta del Mástil se realizó una ronda de ceremonia. La abogada Andrea Burucua explicó lo que había ocurrido adentro del Juzgado y uno a uno fueron tomando la palabra quienes fueron a respaldar a la Comunidad Indígena Punta Querandí. El centro de San Isidro no es un espacio habitual donde se manifieste los reclamos de los Pueblos Originarios por lo que la convocatoria causó diversas reacciones: curiosidad, interés e incluso algún rechazo.

“No estuvimos solos, hubo distintos sectores y organizaci

 

ones que coincidían en la defensa de la memoria, de la identidad, de la naturaleza y de la historia, eran todos guerreros contra las injusticias”, señalaron desde la comunidad de Punta Querandí.

Punta Querandí

“Los ancestros se hicieron presentes en algunas expresiones de quienes hablaron en la ronda, en palabras como ‘unidad’, ‘resistencia’, ‘identidad’, la necesidad de construir con otros sectores de la sociedad. Si fortalecemos nuestras raíces, nadie nos puede vencer”, agregaron desde Punta Querandí.

De la concentración participaron referentes de la Reserva Natural de Pilar y la Biblioteca Palabras del Alma de ese mismo municipio; el Parlamento Plurinacional de Pueblos Originarios, la Comunidad de Sikuris Arco Iris, Ayllu Sartañani y Warmi Sikuris, el Observatorio de Humedales del Delta, el ex concejal tigrense Luis Cancelo (Unidad Popular), el referente isleño Martín Nunziata, la Unión Islera Vecinal, la Comisión de Derechos Humanos Padre Pancho Soares, cuyo representante trajo una adhesión de los concejales de Unidad Ciudadana de Tigre; el Centro Cultural Amtema de Villa La Ñata, el Foro por los Derechos Humanos y la Naturaleza de Escobar, y el Colectivo Cultural de Ingeniero Maschwitz,

Para Soledad Jasuka Roa del Consejo de Mujeres de Punta Querandí, haber ido a San Isidro fue una oportunidad de conectarse con una zona de presencia ancestral indígena. “Es necesario en los lugares que vamos despertar esa energía, a través de las palabras y de la ceremonia, funciona eso de despertar el espíritu de los territorios”.

Desde la Reserva Natural de Pilar, su referenta Graciela Capodoglio expresó: “Punta Querandí es como un faro y si llega a ganar, comienza la decadencia para ellos”.

Para fundamentar semejante afirmación, una de las ambientalistas más reconocidas de la región relató: “Esto es David y Goliat: una vez que ganó el chiquito, al tipo se le tienen que mover las estructuras, porque ya no le queda esa impunidad que tenía antes que sabía que era intocable. Y otros también se van a atrever”. Y en ese mismo lugar puso al poder judicial: “La Justicia va a tener que atreverse a juzgar”

“Me imagino como una cascada que se va multiplicando y el eje inicial de la cascada es Punta Querandí”, argumentó Graciela.

Otra mirada la aportó el hermano wichí Roberto Díaz, vecino de San Fernando, un artesano muy cercano al territorio de Punta Querandí, el cual conoció a fines de los ‘90.

“Desde mi persona fue emocionante ver la gente que se está poniendo la camiseta de la lucha indígena, nunca pensé que Punta Querandí llegara a esta situación”, comentó.

Y agregó: “Yo como wichí por primera vez conocí el lugar en el año 97, 98, no había ningún country, era lo más lindo, después me di cuenta que había muchas gentes pidiéndome ayuda porque estaban riesgo, les querían sacar de su hogar porque es muy codiciado”, dijo el hermano.

“Ese lugar me llama y yo con mucho gusto voy, porque es como volver a mi infancia. Los ancestros nos guían y nos dicen en qué lugar podemos estar. Punta Querandí es sagrado y no se debe destruir”, manifestó Roberto.

El Wichí explicó el efecto multiplicador para la causa indígena que tiene el territorio, al “despertar la sangre de los ancestros”. Así lo relató: “Veo a mucha gente que son descendientes, les pasa lo mismo que a mí: sus ancestros les están hablando para que vayan al lugar y sientan la energía de ellos.

Por algo será que cada día hay muchos que quieren conocer Punta Querandí y ahora más que nunca los chicos de los colegios van”. Una visita que moviliza: “Cuando van al lugar no saben cómo expresar su sensación pero cuando llegan a sus hogares empiezan a preguntar a sus padres si pertenecían a alguna comunidad. Y eso es lo lindo: cuando los hijos se despiertan es hacer despertar la sangre de sus ancestros. Pasa un tiempo y sus padres le dicen: gracias hijo por hacerme despertar, sí, tengo sangre indígena”.

Para Roberto Díaz, reconocido artesano de la zona norte, originario de la Misión Chaqueña de la Provincia de Salta, pese a que “a los pueblos indígenas siempre nos persiguen”, no hay vuelta atrás: “Ya estamos pisando la tierra de nuestros ancestros y vamos por más”.

“Si fortalecemos nuestras raíces, nadie nos puede vencer”, dicen desde la comunidad de Punta Querandí.