El secretario general del Sindicato de Gastronómicos porteño, Dante Camaño, aseguró que «el tema sanitario es grave», pero se puede trabajar «tomando todas las precauciones del caso para no parar la economía».
El secretario general del Sindicato de Gastronómicos porteño, Dante Camaño, dijo esta mañana que «es insuficiente» la apertura de restaurantes y bares que anunció el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y consideró que se trata de «un pequeño paso», aunque aseguró que «el paso total es abrir todo y trabajar a pleno».
«Es insuficiente. Teníamos que abrir ayer, anteayer, hace meses», afirmó Camaño y sostuvo que el cierre del sector de gastronomía por la pandemia de coronavirus «hizo mucho daño al sector».
El dirigente gremial estimó que «más de 2.000 bares, restaurantes y hoteles no van a volver a abrir en la Ciudad» y advirtió que «no se va al fondo del problema que es la desgracia económica» que significó el cierre de los locales del sector.
«En nuestro rubro lamentablemente no menos de 30.000 trabajadores se quedarán sin trabajo, y solo en el sector formal»
«En nuestro rubro lamentablemente no menos de 30.000 trabajadores se quedarán sin trabajo, y solo en el sector formal», dijo Camaño en diálogo con radio Mitre, y agregó: «yo aplaudí las medidas de emergencia cuando empezó la cuarentena» a fines de marzo pasado.
El sindicalista porteño aseguró que «el tema sanitario es grave», pero se puede trabajar «tomando todas las precauciones del caso para no parar la economía» y agregó que «hay que tener fe en la población, la gente tiene responsabilidad».
«Vamos a tener que abrir de todos modos porque la cuarentena está deshilachada, rota», sostuvo Camaño.
El Gobierno porteño anunció ayer la re apertura desde el lunes de la actividad gastronómica al aire libre, que prevé que los bares y restaurantes que ya cuentan con la habilitación para colocar mesas y sillas en el exterior de los locales puedan volver a funcionar para la atención de clientes y con el servicio de camareros.
Además, en otro rubro productivo, autorizó la vuelta al trabajo de las obras en construcción del sector privado mayores a 5.000 metros cuadrados y aquellas a las cuales le resten 90 días para la finalización.
