Una mujer de 50 años fue la primera de los 90 voluntarios en el hospital romano Spallanzani. El presidente de la región Lacio, Nicola Zingaretti, dijo que la vacuna «se inserta en la visión de que sea un bien común como pidió el papa Francisco, por eso será pública y puesta a disposición de todos».

 

Italia

Italia inició este lunes la fase de prueba en humanos de su vacuna contra el coronavirus que espera tener lista para la primavera europea de 2021 y para la que no descarta continuar con los testeos en América Latina, en una jornada en la que volvió a registrar menos de 1.000 casos diarios tras dos días.

Una mujer de 50 años fue la primera de los 90 voluntarios que este lunes recibió en el hospital Spallanzani de Roma la vacuna producida por la firma ReiThera, con financiamiento del Estado italiano y de la región Lacio.

«Hoy iniciamos la fase 1 de las pruebas y luego continuaremos con las fases 2 y 3», dijo a Télam el director sanitario del hospital, Francesco Vaia, al explicar en el lugar los próximos pasos de la experimentación.

La primera tanda de pruebas se hará con los 90 voluntarios divididos en dos grupos, uno de 18 a 55 años y luego los de 65 a 85 años.

Los candidatos, seleccionados sobre 5.000 postulantes, se harán ocho controles durante siete meses para controlar que no se presenten efectos colaterales, explicó Vaia en la puerta del hospital.

La segunda fase de experimentación, en la que se probará la vacuna sobre un número de entre 500 y 1000 voluntarios, se hará en Italia apenas estén los resultados de la primera fase y luego se pasará a un testeo sobre un número mayor que podría incluir países de América Latina, precisó el director sanitario.

Según Vaia, la vacuna «podría estar lista para la primavera de 2021», es decir entre marzo y junio del año próximo.

Junto a Vaia, el presidente de la región Lacio, Nicola Zingaretti, dijo a Télam que la vacuna «se inserta en la visión de que sea un bien común como pidió el papa Francisco, por eso será pública y puesta a disposición de todos los que la necesiten».

«Tras el proceso de experimentación se buscará la producción industrial de la vacuna y su distribución. Hoy es un paso muy importante, ya que hablamos de la esperanza de todos los que en el mundo están esperando una señal», agregó Zingaretti.

La vacuna es producida por la empresa de capitales suizos ReiThera pero financiada por el gobierno regional con cinco millones de euros y por el Ministerio de la Investigación italiano que aportó otros tres millones de euros.

El nuevo reporte

Este lunes, el Ministerio de la Salud informó 953 nuevos casos, una baja frente a los números del fin de semana cuando se había superado dos días consecutivos la barrera de los 1.000 contagios diarios.

Además, las cifras de este lunes mostraron que tres regiones italianas (Valle de Aosta en el norte y Molise y Basilicata en el sur) no registraron nuevos positivos, aunque otras cinco mostraron más de 100 contagios.

Hasta el momento 35.4441 personas murieron en Italia a causa del coronavirus, incluidas cuatro víctimas dadas a conocer hoy.

Según las cifras oficiales, los nuevos contagios se dan en personas de 30 años promedio y en su mayoría asintomáticos.

Mientras tanto, la aparición de nuevos casos de coronavirus en centros para inmigrantes de Sicilia provocó cruces entre el gobierno de la región, que pide cerrar los lugares de acogida, y el ministerio del Interior nacional, que reclama la competencia de la gestión inmigratoria.

«El Estado tiene competencias sobre los inmigrantes, pero el presidente de la región la tiene en materia sanitaria, y en tiempos de epidemia es lo que tiene que valer», afirmó el presidente regional Nello Musumeci, tras el rechazo de Interior a su ordenanza para cerrar los centros de acogida por el aumento de positivos de coronavirus de las últimas horas.

Desde el ministerio del Interior, según informa hoy el diario Repubblica, el Gobierno planteó que «la materia es de competencia estatal» y que no aceptarán la ordenanza de Musumeci, creador del partido regional conservador «Diventerà Bellissima» (Se volverá bellísima, en español) y afiliado a nivel nacional al derechista y opositor Hermanos de Italia.

Los nuevos cruces entre Sicilia y el Gobierno nacional se dan luego de que a fines de julio la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, enviara efectivos del Ejército a la isla sureña para controlar los centros de acogida, tras la fuga de algunas personas que debían permanecer en cuarentena a su llegada a suelo italiano.