La situación sigue tensa en los territorios ocupados palestinos tras las restricciones impuestas por Israel en la Ciudad Vieja de Al-Quds (Jerusalén).

 

Las fuerzas del régimen de Israel respondieron con gases lacrimógenos a las protestas palestinas con motivo del Día de la Ira, convocadas por el Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah).

Los palestinos rechazan el aumento de medidas de seguridad establecidas en la Explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Al-Quds, que incluyen cámaras, detectores de metales y más presencia policial.

Al negar atravesar los nuevos detectores de metales instalados a la entrada del recinto sagrado, los palestinos celebran sus oraciones en las calles aledañas de la Ciudad Vieja.

Los palestinos aseguran que no permitirán que el régimen israelí alcance su objetivo de cambiar la naturaleza del santuario.

Tel Aviv permitió el domingo el acceso a la Explanada de las Mezquitas bajo mayores medidas de seguridad. El recinto permaneció cerrado durante más de 48 horas, después de que el viernes, un enfrentamiento armado dejara tres palestinos y dos soldados israelíes muertos.

El gran mufti de Jerusalén, Mohamed Husein, declaró que no permitirá que el recinto sagrado sea tratado “como un centro comercial con guardas y detectores de metal en las entradas” y alentó a continuar el rechazo a estas medidas implementadas por Israel tras el ataque del viernes.

Después del ataque perpetrado por tres árabes israelíes que causó la muerte de dos policías, Israel clausuró el complejo sagrado durante 48 horas y decretó un incremento de las medidas de seguridad, que incluyen la instalación de cámaras y una alta presencia policial en toda la ciudad amurallada.

En declaraciones al periódico Asharq al Awsat, Husein acusó a Israel de intentar cambiar el status quo, en virtud del cual el recinto está gestionado por el Waqf jordano (autoridad de patrimonio islámico), extremo que el domingo negó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

De momento, se han convocado más protestas para mañana y el partido nacionalista Al Fatah, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, ha declarado el “Día de la ira” en todos los territorios palestinos.

En la plaza de Yasir Arafat, en la ciudad cisjordana de Ramala, está prevista una manifestación que recorrerá la localidad.

Por su parte, los grupos armados de facciones palestinas de Gaza, como el movimiento Hamás y la Yihad Islámica, han llamado a los países árabes e islámicos a intervenir para “defender Jerusalén”.

En una rueda de prensa en la ciudad de Gaza, representantes de las organizaciones pidieron a todos los palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este unirse y defender la Ciudad Santa “en todos los sentidos”.

Por su parte, el primer ministro palestino, Rami Hamdala, declaró que Israel no tiene soberanía sobre la Mezquita de Al Aqsa y pidió a la comunidad internacional y los países islámicos que paren las “violaciones del Gobierno de la ocupación (Israel)” contra ese lugar sagrado.

“Tenemos que asegurar a la gente de todo el mundo que los israelíes no tienen ninguna soberanía legítima en Jerusalén, ni en los lugares sagrados para cristianos y musulmanes”, sostuvo Hamdala.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la comunidad internacional no reconocen la soberanía israelí sobre la parte este de la ciudad, ocupada en 1967 y posteriormente anexionada, donde está la Ciudad Vieja y los principales lugares santos de cristianos, judíos y musulmanes.

Anoche los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y jóvenes palestinos, después de la hora del rezo, causaron 50 heridos, 16 de ellos por lesiones de balas con acero recubiertas de caucho, según la Media Luna Roja.

También hubo altercados en los barrios palestinos de Isawiya y Wadi al Joz, en la zona oriental de la ciudad, que terminaron con seis personas detenidas, confirmó a Efe el portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld.

La Organización para la Liberación de Palestina también ha manifestado su preocupación y acusa a Israel de “estar creando y escalando deliberadamente una situación de inestabilidad, inseguridad y violencia”.