El gobernador jujeño consideró que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos «intenta otorgar un injusto privilegio» a Milagro Sala.

 

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, cuestionó este miércoles la cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, y consideró que se le «intenta otorgar un injusto privilegio» a la dirigente detenida, al tiempo que tildó a los integrantes del organismo como «burócratas» que «no conocen lo que pasa» en la provincia.

«Lamento que la CIDH haya puesto el foco en la situación de la salud, de la integridad física en el caso Milagro Sala, cuando acá dijeron otra cosa; dijeron que todo eso estaba garantizado», se quejó el mandatario norteño en declaraciones reproducidas por medios de prensa locales.

Durante un acto de campaña que encabezó el presidente Mauricio Macri en el barrio capitalino de Alto Comedero, donde también está la cárcel que alberga a la dirigente opositora, el referente de la UCR afirmó que hay «mucha preocupación» por «el cariz político» que tomó la cautelar y el «desprestigio» que resulta para el organismo.

«Se han terminado convirtiendo en una facción de burócratas que vive en Washington y no conoce la realidad de Jujuy», lanzó el exsenador en la sede de la Federación Gaucha Jujeña, en donde manifestó que el fallo del organismo internacional «es más que nada una proclama política».

Y remarcó: «Es un injusto privilegio que se le intenta otorgar a Milagro Sala. Los corruptos tienen que estar presos, y los corruptos violentos más aun y ése es este caso que está probado».

Asimismo, Morales consideró que «tiene que haber un replanteo internacional sobre esta situación, sobre el rumbo que toma el sistema interamericano de derecho», aunque reconoció que la resolución de la CIDH «guste o no, debe ser cumplida».