Un párrafo entero del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N° 27/2018 que se publicó el jueves en el Boletín Oficial fue prácticamente copiado de un decreto de 1991, promulgado por el ex presidente Carlos Saúl Menem.

La denuncia estuvo circulando en Twitter y llegó a los medios de comunicación.

En los considerandos del decreto 2284/91 del 31 de octubre de 1991 se planteaba: “Que habiendo iniciado la Nación una nueva fase de su historia política y económica, caracterizada por el afianzamiento de los principios constitucionales en todos los planos y la instauración de una economía popular de mercado, la permanencia de normas dictadas en otro contexto constituye un factor de atraso y entorpecimiento del desarrollo nacional”.

En el DNU de Macri se dice: “Que habiendo iniciado la Nación una nueva fase de su historia política y económica, caracterizada por el afianzamiento de los principios constitucionales en todos los planos y la instauración de una economía pujante, competitiva y transparente, la permanencia de normas dictadas en otros contextos constituye un factor de atraso y de entorpecimiento del desarrollo nacional”.

El decreto Menemista de 1991 desreguló el comercio interior y exterior y liquidó las juntas reguladoras de carnes y granos, que evitaban disparadas de precios en el mercado interno. Desregulaciones en las industrias del vino, la yerba mate y el azúcar también fueron dejadas de lado en pos del sueño menemista de ingresar al Primer Mundo. Fue parte de una política de privatizaciones y flexibilización laboral a ultranza que llevó a números históricos los índices de desocupación e indigencia en Argentina.

Ahora Macri se “inspira” en su antecesor neoliberal para iniciar un nuevo recorte de puestos de trabajo y recursos estatales y beneficiar a empresarios que tienen trabajadores en negro. El decreto afecta el sector portuario, la aviación civil, la Unidad de Información Financiera y el Senasa, entre otras áreas. Además, permite embargar las cuentas sueldo de los trabajadores, una medida que beneficia a los Bancos y acreedores.

La copia, por supuesto, vino con una cuota de edición, y no precisamente para hacerlo más amigable que el de Menem sino todo lo contrario. A donde el texto de 1991 decía “economía popular de mercado” para tratar de mostrar el avance neoliberal de una manera más simpática hacia el pueblo trabajador, Macri lo reemplazó por “economía pujante, competitiva y trasparente”, evitando así cualquier confusión sobre los objetivos del gobierno.

El concepto de «desregulación» en nuestro en el mundo tiene consecuencias nefastas. En nuestro país, se vio impulsada por los consejos del Fondo Monetario Internacional, volviéndose finalmente impopular en 2001, cuando Argentina conoció su crisis económica más profunda, desvelándose entonces que fue una de las causas principales de esta crisis.