Mediante un acuerdo de 10 puntos, el gobierno busca blindar al organismo para que todos los sectores políticos se comprometan a cumplir con el acuerdo alcanzado por Macri, que incluye condicionamientos peligrosos para el futuro del país.

 

Pichetto y Friegerio

El Gobierno nacional dejó trascender que negocia un acuerdo con el peronismo nucleado en Alternativa Federal con el objetivo de enviar una señal clara a los mercados de cara a las elecciones de octubre.

De las conversaciones, según dicen desde el ministerio del Interior, participan Rogelio Frigerio y los tres precandidatos presidenciales de Alternativa Federal, Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa. Según explicaron fuentes del gobierno, no se descarta que en las próximas horas puedan sumar otros miembros de la oposición.

El único que lo confirmó ayer públicamente fue Pichetto, quien consideró que los puntos propuestos por el Gobierno eran “atendibles” y que era necesario dar garantías que apunten a la estabilidad.

En tanto, desde el entorno de Sergio Massa apenas explicaron que «no es lo que ellos proponen» y que el tigrense brindará una conferencia de prensa para fijar posición al respecto.

El kirchnerismo, en tanto, aún no se ha expresado en este sentido, pero no parece plausible que asuma compromisos con el gobierno macrista y menos si son onerosos para el conjunto de la población.

En el entorno del ex ministro Roberto Lavagna, aseguraban no tener idea acerca de la propuesta.

Los puntos que aparecen en el borrador son:

  1. Lograr y mantener el equilibrio fiscal
  2.  Sostener un Banco Central independiente, que combata la inflación hasta llevarla a valores similares al de países vecinos
  3.  Mayor integración al mundo, promoviendo el crecimiento sostenido de nuestras exportaciones 
  4.  Respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión. 
  5.  Creación de empleo a través de una legislación laboral moderna.
  6.  Reducción de la carga impositiva, a nivel nacional, provincial y municipal y enfocado en los impuestos más distorsivos. 
  7.  Consolidación de un sistema previsional sostenible y equitativo.
  8.  Consolidación de un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el gobierno nacional ejerza una discrecionalidad destinada al disciplinamiento político. 
  9.  Asegurar un sistema de estadísticas transparente, confiable y elaborado en forma profesional e independiente. 
  10.  Cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores.

Las propuestas son de momento amplias y generales, pero ciertamente esconden varios peligros.

Hablar de equilibrio fiscal sin una mirada social, implica ajuste irrestricto.

Hablar de «creación de empleo» vía una legislación laboral moderna parece una alegoría elegante a la tan postergada reforma laboral, que es ampliamente rechazada por trabajadores y sectores sindicales.

Y el último punto, donde propone el «Cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores», ciertamente es el verdadero espíritu del acuerdo, que en efecto lo que busca es el compromiso de las fuerzas de la oposición que ostentan una importante intención de voto y que lo que pretende es garantizar el pago de la deuda, algo que aún nadie plantea seriamente incumplir, pero si considera una nueva discusión de las condiciones, plazos y condicionamientos que impone el FMI a la Argentina.