Durante la jura, el Presidente confió en que habrá «más trabajo» luego del acuerdo con el FMI y la recalificación de la Argentina mercado emergente

 

El presidente Mauricio Macri puso en funciones este mediodía a Javier Iguacel y Dante Sica, en reemplazo de los salientes ministros de Energía, Juan José Aranguren y de la Producción, Francisco Cabrera.

La toma de juramento a los funcionarios designados se realizó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.

Durante la jura, Macri confió en que habrá «más trabajo» en el país tras el acuerdo con el FMI y la recalificación del país como «mercado emergente«.

«Son más herramientas para que más gente pueda invertir y eso significa más trabajo para los argentinos», afirmó Macri, quien manifestó la «importancia de sostener el valor de la palabra».

En un discurso que pronunció en el Salón Blanco de la Casa Rosada, el Presidente consideró que en el país se generó «una mala cultura del poder» que implica un «ejercicio del poder en forma prepotente, mafiosa».

También indicó que al Gobierno le «quedaron unas cuantas herencias económicas, bombas que vamos resolviendo».

Cabrera era blanco de severas críticas del sector empresario que lo acusaba de asistir pasivamente al proceso de desindustrialización, como autor de un documento donde a los sectores “viables” y a los “inviables”, los condenados a desaparecer y ser reemplazados por la importación, como la mayor parte de la industria mano de obra intensiva, a los que se les aconsejaba “reconvertirse”, lo cual fue interpretado como una invitación a hacerse importadores en sus mismos rubros.

Dante Sica es un consultor de buena llegada a diversos sectores empresarios, particularmente de la industria automotriz, y es visto como una cara más amable para el empresariado, aun con las mismas políticas de desindustrialización de Cabrera.

Por su parte, Iguacel –quien trabajó para petroleras privadas- es un operador político muy activo del macrismo en el armado de causas y denuncias judiciales contra las contrataciones de obra pública del anterior gobierno.

La salida de Aranguren y Cabrera, luego de que la escalada imparable del dólar eyectara a Federico Sturzenegger del Banco Central y trasladara allí al ministro de Finanzas Luis Caputo, reavivó las críticas de la oposición.

“El problema no es el cambio de nombres, sino el cambio de un proyecto económico. Sica no va a empezar una política de aliento a las exportaciones, de freno a las importaciones o de aliento a la industria y a la producción. Tampoco se van a retrotraer las tarifas que tanto descontento social han generado. No hay ningún cambio en el rumbo económico de este gobierno”, dijo el exministro de Defensa y jefe de la bancada peronista en Diputados, Agustín Rossi.