El arroyo Torito es uno de los más agrestes, despoblado y tranquilo de la 1era sección de las islas del delta, en Tigre. Aún así, es el paso mas elegido y conveniente entre la zona sur y norte del centro de las islas, al conectar al Parará, Cruz Colorada, Andresito, Toro y otros arroyos con el Espera, que nos lleva a los ríos Sarmiento y Carapachay, a través del Angostura.

Nota de Opinión

 

delta

Por esto, y como bien podríamos apreciar observando un mapa de la 1era sección, se trata de un canal de comunicación navegable ubicado en su parte central, estratégico y relevante para vecinos y visitantes.

Ahora bien, este arroyo, el Torito, se encuentra hace varios días, cubierto de camalotes, en su punto medio, donde se desprende de el un pequeño canal abierto hace un tiempo, para desaguar y separar lotes, tal vez.
En este lugar, y justo en el centro, entre los 1000 mts aprox de verde que lo separan del arroyo Espera al sur, y el arroyo Toro, al norte, en esta suerte de «ombligo del Torito», se estancaron hace unos días una enorme cantidad de camalotes que cubren su superficie por completo, a los largo de unos 100 metros, y de orilla a orilla, impidiendo todo paso, acceso y uso transitable del arroyo. Eso si, nos regala la opción de contemplar esta bellísima alfombra verde, flotante e imprevista, cuya imagen compartida por quienes están justo allí, viviendo a diario, experimentando esta situación islera tan extraña, y sin poder salir, por agua, hacia un lado ni hacia el otro.
Quienes habitamos, visitamos o usamos este arroyo a diario para ir de un extremo a otro de esta primera sección, aprovechando este atajo tan util y funcional, estamos esperando la presencia del municipio, contactado hace varios días. Con una respuesta incierta y una acción todavia insuficiente, ese Estado Presente, del que en muchas ocasiones tan orgullosos nos sentimos, en este caso todavía no estaría pudiendo garantizar, los derechos y posibilidades de un puñado de ciudadanos que se ven impedidos de transitar y cumplir con sus actividades laborales, comerciales, cotidianas.

Aun así, estas mismas personas, residentes permanentes y de finde semana, que aman, disfrutan y padecen las particularidades de la isla, están organizándose de a poco, día a día, sobrellevando el calor y la dinámicas de las mareas, para limpiar y despejar de camalotes el lugar, abriendo el camino, literalmente, para que ellos mismos y otros que frecuentamos esa zona de la isla, volvamos a poder navegar y acceder a nuestras necesidades y elecciones en el delta.
Gracias a ellos, y al municipio, que, reclamamos y esperamos, pronto se presente a resolver esta circunstancia.

Gricel, residente ocasional de las islas del delta, desde el ombligo del Torito, por ahora, cubierto de hermosos e inoportunos camalotes.
Enero del 2022, bs as, calor como nunca.