Las medidas de política fiscal adoptadas por el Gobierno Nacional en estos últimos meses “parecen no surtir efecto”, y advierte “un serio empeoramiento del resultado fiscal

Los datos conocidos del desempeño fiscal correspondientes al mes de abril del corriente, dan cuenta de un serio empeoramiento del resultado fiscal.

En dicho mes se produjo un déficit fiscal financiero de 37.566 millones de pesos (incluye intereses) que contrasta con el superávit de 8005 millones del mismo mes de 2016. A su vez los datos del primer cuatrimestre del año dan cuenta de un déficit fiscal financiero de 84.240 millones de pesos, cifra que supera en más de 5 veces al déficit de igual período de 2016.

Cabe destacar que estos resultados ocurren en medio de dos situaciones: a) Ingresaron fondos extraordinarios provenientes del blanqueo, y b) Se redujeron subsidios por aumento de las tarifas energéticas y de transporte.

Siendo esto así surge el interrogante. ¿Que provocó el aumento del déficit fiscal financiero?

A priori se advierten los siguientes hechos: a) La recaudación crece por debajo de la inflación; b) El gasto crece por encima de la inflación, y c) Los gastos de intereses crecieron en más de un 90%.

Al respecto debemos señalar que la caída de la recaudación en términos reales obedece al menor ritmo que exhibe la actividad económica. A su vez el gasto crece fogoneado por la puesta en marcha de la obra pública.

El crecimiento del endeudamiento explica el incremento de los intereses.

Hacia adelante queda el interrogante acerca de la evolución del problema expuesto. A priori, todo induce a pensar en un agravamiento del déficit fiscal con el correr de los meses. (*) Juan Carlos Latrichano, es Contador Público y Doctor en Ciencias Económicas por la Unlam.