La presidenta de facto, Jeanine Áñez, anunció que a partir de septiembre el país pasará a lo que denomina una fase de «pos confinamiento», con menos restricciones a fin de que se recupere la economía.

 

Bolivia
La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, anunció hoy que la cuarentena aplicada hace cinco meses por la pandemia será flexibilizada ante la necesidad de recuperar la castigada economía y evitar que del coronavirus se pase al «coronahambre».

«La gente necesita salir a trabajar», dijo Áñez ante los periodistas durante un acto en La Paz, la capital del país que, con 11 millones de habitantes, registra más de 113.000 casos y casi 5.000 muertos por Covid-19.

La mandataria se refirió a la decisión de que a partir de septiembre Bolivia pasará de la cuarentena decretada en marzo a lo que denomina una fase de «pos confinamiento», con menos restricciones a fin de que se recupere la economía.

«La gente tiene la necesidad de trabajar, porque si no es por el coronavirus, es por el coronahambre, uno se desespera cuando no tiene las condiciones económicas para llevar alimento a casa, preocupa no tener la platita para llevar a la casa», señaló, citada por la agencia de noticias EFE.

Áñez defendió la necesidad de «abrir la economía», confiando en que no haya un rebrote de la enfermedad en el país, aunque en otros casos no pudieron evitarlo ni potencias mundiales con más recursos.

En los últimos días el reporte de contagios bajó de los 1.000 diarios, luego de que en jornadas anteriores superará ligeramente los 2.000, según datos oficiales.

La economía experimentó una caída de casi 8% de enero a junio de este año con respecto al mismo periodo de 2019, mientras hasta julio el desempleo creció a 11,8%, cuando al término de 2019 era de 4,8%, según indicadores del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La nueva fase de «pos confinamiento» aumenta las horas de lunes a viernes en que se puede salir a la calle y circular con vehículos, levanta parcialmente la prohibición para hacerlo en fines de semana y permite la reapertura del espacio aéreo a vuelos internacionales, pues solo operaban algunos de tipo humanitario para repatriación de bolivianos y residentes en el país.

El levantamiento de restricciones incluye también, entre otras medidas, la autorización de tránsito y del comercio en municipios fronterizos, en coordinación con los países vecinos.