En este 23 aniversario del atentado a la AMIA que se conmemora el 18 de julio, la ausencia de Memoria, Verdad y Justicia sigue siendo, como una letanía, el centro de los reclamos.

 

Los intentos por impedir la verdad –iniciados durante el menemismo y continuado en la actualidad— es lo que explica la impunidad y el encubrimiento, las dos caras de una misma moneda.

En el juicio que se lleva a cabo actualmente en Comodoro Py –en el que comparten el banquillo de acusados Rubén Beraja, presidente de la DAIA al momento del atentado, junto con funcionarios gubernamentales y judiciales que participaron de la primitiva investigación— aparecen una vez más los esfuerzos por encubrir.

Muchos han calificado a estos intentos el “encubrimiento del encubrimiento”: la escasa o nula difusión en los medios hegemónicos, parcialmente suplida por el gran esfuerzos de los familiares de las víctimas, se suma el vergonzoso accionar de las querellas de DAIA y AMIA —que en su oportunidad se opusieron a la elevación a juicio— que juegan un rol absolutamente pasivo y se han negado a actuar contra Beraja.

La nueva fase incluye al gobierno nacional del PRO obsesionado por vaciar el actual juicio de encubrimiento mediante el reemplazo de los abogados del Estado, la negativa a comportarse como querellante y el poco sutil acercamiento a las querellas de Galeano, Anzorregui, Beraja y Palacios, entre otros.

Las maniobras orientadas a continuar con el encubrimiento han incluido sacar de la órbita de la UFI-AMIA los archivos de la SIDE, parte de los cuales han sido recientemente encontrados (abandonados) en un depósito. Para cerrar el círculo de la impunidad, esa dependencia está preparando un proyecto de ley para instrumentar el juicio en ausencia, contrario al orden jurídico argentino e internacional, con el que se cerraría definitivamente la causa.

El LLAMAMIENTO Argentino Judío convoca a repudiar estas maniobras llevadas adelante por el gobierno con el apoyo de la DAIA y la AMIA, se solidariza con la inclaudicable lucha de los familiares de las víctimas y reitera su compromiso con las irrenunciables banderas de Memoria, Verdad y Justicia, para que los asesinados puedan descansar en paz.