La Anmat aprobó un nuevo medicamento que reduce hasta un 80 por ciento el tamaño de los tumores de útero más frecuentes, llamados “miomas” y conocidos popularmente como “fibromas”, lo que permite “realizar una cirugía más sencilla o directamente evitarla”, afirmó el ginecólogo Silvio Tatti, quien estimó que dos millones de argentinas lo padecen.

 

Se trata del “ulipristal”, un medicamento que “representa un avance muy importante con respecto a las terapias disponibles, ya que desde hacía 22 años no había novedades contra los miomas”, dijo a la agencia Télam Tatti.

“Hoy es un día bisagra en la Argentina, ya que el nuevo fármaco estará disponible la semana próxima en farmacias y mejorará la calidad de vida de millones de mujeres, además de disminuir en un 50 por ciento el índice de cirugías por miomas, lo que tendrá un impacto enorme en el sistema de salud”, enfatizó.

Los fibromas pueden ser asintomáticos o producir síntomas que en algunos casos son tan severos que comprometen la calidad de vida, como sangrado menstrual abundante -que puede generar anemia-, síntomas por compresión de vejiga o intestinal, como deseos de orinar frecuentemente, molestias intestinales y dolor al mantener relaciones sexuales, así como problemas de fertilidad.

En los pacientes que no presentan síntomas, por lo general, se llega al diagnóstico en forma casual, por ejemplo al realizarse una ecografía de rutina.

Según datos oficiales, en la población general aparecen en una de cada cuatro mujeres en edad reproductiva, mientras que una de cada dos mujeres de más de 40 años y cuatro de cada 10 de entre 30 y 40 años los padece.

El tratamiento con ulipristal es oral y consiste en ciclos de tres meses con descanso de dos meses entre cada ciclo.

Su aprobación se basó en diversos estudios clínicos que demostraron que el 73,5 por ciento de las pacientes “dejó de sangrar y experimentó una reducción del mioma tras cuatro ciclos repetidos”.

Asimismo, 9 de cada 10 (93 por ciento) pacientes lograron controlar el sangrado al final de cada ciclo de tratamiento, mientras que el dolor inicial expresado fue del 50 por ciento y, luego del tratamiento, pasó a ser de entre 5 y 6 por ciento