Así se pronunció la entidad APYME. Señala que el programa acordado con aquel organismo no se dirige a sustentar inversiones productivas ni para el desarrollo local. 

 

La entidad empresaria observa que el programa acordado con el FMI no se dirige a sustentar inversiones productivas ni para el desarrollo local, y que el monto total del préstamo, por 50.000 millones de dólares, se destinará a lograr el “equilibrio fiscal” mediante un mayor ajuste en los gastos, a fin de garantizar el pago de intereses de la gigantesca deuda tomada por la actual administración.

En tal sentido, dice Apyme, esto evitará, si el plan tiene “éxito”, el descalabro final de las cuentas públicas, pero a costa de la consolidación y aceleramiento del  programa de ajuste, enfriamiento de la actividad, desregulación y apertura económica.

Las pautas a cumplir con el FMI a cambio de los sucesivos desembolsos del préstamo implican:

  • avanzar con recortes sobre los recursos del Estado, la obra pública y las cuentas provinciales
  • una mayor liberalización comercial
  • un dólar “flotante”, lo que significa en lo inmediato “devaluación y mayores aumentos de las ya impagables tarifas energéticas, los insumos difundidos y del resto de los precios de la economía, traccionados por el valor del dólar”.

La entidad gremial que reúne a las pequeñas y medianas empresas, sostiene que “la inflación en alza (que ya no tiene “metas” pare este año), continuará erosionando el poder adquisitivo de la población, con el consiguiente achicamiento del mercado interno, base de los ingresos de las Pymes, las economías regionales, los pequeños y mediamos productores y la economía social”.

En este marco “no hay ninguna expectativa favorable para las Pymes,  ya en emergencia por los tarifazos, el ahogo fiscal y financiero, las importaciones y la continua caída en las ventas”.

Por último, APYME remarca que continuará  actuando junto con el empresariado local, los trabajadores, cooperativistas y demás sectores vitales del entramado económico nacional en defensa del mercado interno, la producción y la industria, principales motores para aspirar al desarrollo equitativo, la justicia social y la soberanía sobre los recursos de todos los argentinos, .finaliza diciendo