Esteban Simonetta, delegado gremial de esa línea, adelantó que la medida se extenderá, al menos, hasta el mediodía, cuando realizarán una asamblea general para definir los pasos a seguir.

 

Trabajadores de la línea 60 paralizaron este jueves desde hora temprana las actividades luego de que la empresa MONSA despidió a 10 empleados y suspendió a otros 20 acusados de atacar a personal administrativo y provocar destrozos en la terminal de Barracas en 2016.

Esteban Simonetta, delegado gremial de esa línea, adelantó que la medida se extenderá, al menos, hasta el mediodía, cuando realizarán una asamblea general para definir los pasos a seguir.

«La empresa se niega a continuar con la mesa de negociación, desde el lunes nos declaramos en estado de alerta, y hoy se hizo efectivo el despido de esos 10 trabajadores al no dejarlos entrar a trabajar», dijo el sindicalista en declaraciones a radio El Mundo.

Pero el presidente de Monsa, Marcelo Pasciuto, dijo que «para encuadrar el funcionamiento de la empresa en defensa de la fuente de trabajo de 950 familias, luego de los sumarios administrativos correspondientes, MONSA decidió suspensiones y despidos a los partícipes de los hechos violentos».

Pasciuto dijo que el accidente que en 2016 le costó la vida a un integrante del persona de mantenimiento fue por «una serie de hechos fortuitos y errores humanos, que nada tienen que ver con fallas de las instalaciones ni de las condiciones de seguridad de la empresa Micro Omnibus Norte SA».