En una tarde fría de Mayo, se extendieron por las Avenidas y las Diagonales del centro del ciudad, medio millón de personas para escribir la historia

 

Rápidamente se organizaron en una sola marcha demostrando la conciencia de un pueblo que es paciente pero que no duerme. Esta misma conciencia estremece a todo un país, en cada plaza en cada pueblo, en cada pequeño rincón.

Allí están con sus pañuelos blancos en el cuello por primera vez, llevándolos como banderas y símbolo de la unión con esas madres que los portan desde hace 40 años. Los levantan al pedido de una de las Madres; los levantan más allá de sus propios brazos, encendiendo el cielo de la noche con una suave luz blanca.

Marcha No al 2x1

Así la sociedad Argentina le puso freno al poder político y judicial, demostrando que no pueden hacer los que quieren como hace años.

Las abuelas y las madres ya no están solas, ya no les piden que circulen, ya no las llaman “locas”. El pueblo entero está a su lado. Ayer sólo circulaba la convicción de que la Memoria la Verdad y la Justicia no se negocian. Que es imposible retroceder.

“Que nos escuche la corporación judicial porque no vamos a claudicar en la defensa por los derechos conseguidos. Lamentablemente la dictadura no es un hecho lejano y aquí estamos, alzando nuestra voz contra el olvido. Pero los legisladores aprobaron una ley que busca frenar el 2×1 a los represores. Y eso nos llena de esperanza y gratitud”, dijo Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

La gente agrupada y suelta, salió masivamente a la calle para decirle no al 2×1. Los que no pudieron hacerlo manifestaron su apoyo desde los lugares más recónditos del país.

Muelle del Delta con cartel No al 2x1
Muelle del Delta – Tigre
Muelle del Delta con cartel No al 2x1
Muelle del Delta – Tigre

“Señores jueces: Nunca más ningún genocida suelto. 30.000 detenidos desaparecidos, presentes”. Se escuchaba a cada paso.

Agrupaciones, familias, adolescentes, niños, colegios…todos demostraron la parte de la Batalla Cultural ganada. Con el espíritu intacto y dispuesto a ponerle un freno a quien lo necesite.

Se escucha con fuerza a Taty Almeida: “Estamos acá celebrando porque lo logramos. Una vez más se demuestra que el pueblo unido jamás será vencido. Decimos nunca más. Nunca más impunidad, nunca más torturadores, violadores y apropiadores de niños. Nunca más privilegios para criminales de lesa humanidad, nunca más genocidas sueltos, nunca más el silencio”.

En respuesta al tradicional cántico: ”Madres de la plaza , el pueblo las abraza”, todos y cada uno de los que estaban presentes y los que no; recibieron el Abrazo de las madres. “Hoy, nosotras los abrazamos a ustedes”.

Y así, en una maraña de abrazos y marea blanca, queda en la historia la Plaza de los pañuelos… donde el pueblo no retrocede, no se rinde.