Argentina es el país que más deuda externa tomó entre 2016 y 2017

 

Un reciente informe de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET) dio cuenta que Argentina es, por lejos, el país que más se endeudó a nivel mundial en el último año y medio. Sin embargo, gran parte de ese dinero no fue puesto en inversiones productivas sino que financió la fuga de capitales.

Entre 2016 y 2017 Argentina “tomó 46 mil millones de dólares. El segundo país, Arabia Saudita, 17.500. El tercero México, 12.500?, enumeró el economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Pablo Wahren, en el programa radial “Llevalopuesto” de FM La Tribu.

Este proceso “viene desde que asumió el macrismo” en diciembre de 2015. Concretamente “desde que se le pagó a los buitres Argentina viene tomando deuda prácticamente todas las semanas”, apuntó Wahren.

Si bien el economista y también investigador del CONICET había advertido sobre este tema el año pasado, recién ahora distintos actores de la política y el periodismo están tomando nota del asunto. “Este mes se supone que se va armar una Comisión Bicameral (que se debería haber armado hace un año) para controlar el tema del endeudamiento”, contó. “Hasta Lanata escribió ‘no nos presten más por favor’. Está habiendo revuelo”, añadió.

Para completar el panorama apuntó que “si uno le suma a los 46 mil millones la deuda que tomaron las provincias (antes no estaban tomando deuda en dólares) y lo que tomó prestado el Banco Central” ese número sube a 70 mil millones.

 

Dólares, superávit y cuello de botella

“Del 2003 en adelante Argentina empezó a tener muchos dólares gracias al superávit comercial”, historizó Wahren haciendo un repaso de las políticas aplicadas al respecto durante el kirchnerismo.

Si bien ese aumento de dólares le permitió al país cancelar su deuda con el Fondo Monetario Internacional y reducir considerablemente su monto total “por varios motivos en un momento esa dinámica se empezó a agotar”. “Al crecer la economía se empezó a comprar más que lo que se vendía. Como el país consume mucho de lo que no produce o necesita para producir, lo necesita comprar afuera”, subrayó el economista. Y a eso “se sumó una mala política energética que obligó a importar gas”.

Fue entonces que “empezó a haber faltante de dólares para el funcionamiento de la economía”. Lo que hizo entonces el gobierno “fue regular una vía importante de salida de dólares que era la compra”, instaurando el mal llamado “cepo”.

 

Dólares para fugar hoy, deuda impagable para mañana

Cuando el macrismo asumió “levantó el cepo y entonces liberó una canilla de salida de dólares”, sostuvo el entrevistado. Y explicó que esto fue aún mayor que en la etapa anterior ya que “antes del cepo uno podía comprar hasta dos millones de dólares por mes, pero luego el actual gobierno lo pasó primero a cinco millones y ahora no hay límite”. “Eso agudizó la fuga de capitales”, sentenció.

“También se desreguló el control a la remisión de utilidades. Eso es cuando una empresa extranjera que opera en Argentina saca el dinero y lo envía a su casa matriz o un paraíso fiscal. Había un límite de cuanto podían sacar, ahora ya no”, agregó Wahren.

Todo esto genera que los dólares “que están entrando por la deuda externa” se estén yendo “por estas vías” que implican “canales improductivos que no generan capacidad de repago”.

“Si estos dólares fueran a la producción, Argentina podría generar nuevos productos que luego se vendan y generen ingresos para pagar la deuda” analizó el economista. Pero en vez de eso “se van por fuga de capitales, giro de utilidades, turismo”.

Finalmente remarcó que “si no fuera por la toma de deuda externa, Argentina no podría mantener el dólar alrededor de los 16 pesos. Se mantiene a un precio bajo y todo el mundo va a comprar”. Pero las reservas internacionales -“el ahorro en dólares que tiene el país-, están “en 45 millones de dólares”. Entonces “la cuenta no da y muestra a las claras que esa deuda externa se fue filtrando hacia esas salidas improductivas”, concluyó.