Ramón Garnica está parado en la calle. Del otro lado de un alambrado, unos 15 policías buscan algún rastro que dé con el paradero de su hija Daiana, de 17 años, desaparecida la tarde del 6 de mayo.

 

Ramón espera que alguien se acerque a darle alguna información. Nadie lo hace. “Acaba de llegar un camión de bomberos”, dice a Cosecha Roja por teléfono. Los diarios de Tucumán hablan de 170 policías en la zona pero Ramón no ve a tantos. “Deben estar rastrillando adentro del monte. La ladrillera está toda rodeada por monte. Se meten y ya no se los ve”, cuenta.

El papá de Daiana conoce a Darío Suárez, el principal sospechoso de la desaparición de la adolescente. La justicia lo imputó por privación ilegítima de la libertad y homicidio aunque todavía no hay rastros de Daiana.  “El Darío era como un tío para Daiana. Todos mis hijos saltaban a la moto para que los llevara a hacer cualquier compra. Daiana también saltaba arriba de su moto. Nosotros teníamos una amistad entre las familias”, dice.

Suárez tiene 40 años y seis hijos. Los primeros cuatro los tuvo con su primera mujer en Santiago del Estero. Los últimos dos con la hermana de su esposa, en Tucumán. Yanina, su actual pareja, también está detenida por la desaparición de Daiana.

“Ella tiene la mitad de la edad que Darío. Y él la trata como si fuera su hija. No la deja ni asomar a la vereda”, cuenta Ramón. “Mientras tanto él sale a la calle y desde su celular pide canciones a la Radio El Palomar para dedicarle a las chicas del barrio. En la radio lo llaman ‘el Capo Darío’”.

El abogado Sergio Pérez dijo a Cosecha Roja que por los antecedentes de Suárez se le solicitó a la fiscalía una pericia psiquiátrica. “Aparecieron sus antecedentes por violencia de género, lesiones y amenazas con casi todas las mujeres con las que tuvo relación”, contó. La mayoría de los casos son en Santiago del Estero, la provincia en la que Suárez nació.

El jueves por la tarde el fiscal Claudio Bonari recibió al papá de Daiana en su despacho de la Fiscalía II. “Fue gracias a la presión de los medios. Imagínese si no estuvieran preocupados por mi hija, nosotros estaríamos desamparados acá. Más allá de eso, la charla fue buena, el fiscal se comprometió. Me habló de los 12 detenidos y me dijo que  Suárez está imputado”.

Ramón le contó que el 6 de mayo, antes de pasar encontrarse con Daiana, Suárez habló con su compañero de trabajo en la ladrillera, Fabián “Sapo” Pacheco.

– Nos vemos enseguida. Voy a hacer un viajecito, a llevar una chica y vuelvo.

Y también que, antes de salir a encontrarse con Darío, Daiana le dijo a su mamá:

– ¿Éste está loco? ¿Semejante frío y le quiere regalar un aire acondicionado a la madre?

Mientras el padre de Daiana miraba los rastrillajes, a diez kilómetros de Alderetes, en San Miguel de Tucumán, Suárez terminaba de declarar ante el fiscal. Antes se había negado a declarar dos veces. Esta vez dijo que nunca estuvo con Daiana, pero reconoció que cruzaron mensajes por celular.

Y aunque el abogado de la familia Garnica dijo a Cosecha Roja que los 12 detenidos fueron ubicados por las declaraciones de testigos protegidos, Julieta Jorrat, abogada de Suárez, contó que no hay nadie que haya visto a Damián con Daiana. “Suárez dijo que no tiene nada que ver y que no la vio a la chica. Acepta que se mandó mensajes, pero dice que él nunca se ha encontrado con ella”, dijo en declaraciones a LV12. También cuestionó la actuación al imputar a Suárez por privación ilegítima de la libertad y homicidio puesto que “todavía no está acreditado si la chica fue asesinada o está desaparecida”.