Este miércoles miembros de la comunidad mapuche de Vuelta del Río fueron noticia a nivel nacional al ocupar el Juzgado Federal de Esquel exigiendo que el juez Guido Otranto, que investiga la desaparición de Santiago Maldonado, se aparte de la causa. Por la noche un grupo de desconocidos prendió fuego sus hogares.

 

La comunidad de Vuelta del Río es vecina al Pu Lof en Resistencia Cushamen donde se llevó a cabo la represión en la que se vio por última vez a Santiago.

Moira Millán, que participó de la toma del juzgado, denunció en un audio que circuló por Whatsapp que estaban “quemando las casas de los hermanos de Vuelta del Río” que hicieron la “ocupación pacífica para pedir la remisión del juez Otranto”.

“Están tomando represalias contra nuestros hermanos y hermanas. Aparentemente es un grupo de hombres armados que no sabemos si son policías o parapoliciales, ellos están llevando adelante estos crímenes”, añadió para luego avisar que estaba yendo hacia la comunidad donde se iba a quedar sin señal por lo que pidió que circularan el mensaje. “Es tremendo lo que está pasando en la provincia de Chubut”, concluyó.

La denuncia tuvo eco en distintas redes sociales y abogadas de derechos humanos y presos políticos como Elizabeth Gómez Alcorta y María del Carmen Verdú también difundieron la información.

Esta agresión se suma al allanamiento irregular del Pu Lof Cushamen el lunes y al Lof Fvta Xayen en Vaca Muerta, Neuquén el martes. En este último fueron detenidas tres personas, entre ellos dos jóvenes de 16 años. Según las autoridades de esa comunidad durante el operativo se “plantaron drogas y armas” con las que se “intenta ensuciar la lucha mapuche”.

Jorge Nahuel, lonko y coordinador de la Confederación Mapuche de Neuquén declaró a Página/12 que “esto es parte del montaje que busca tener elementos para la escalada represiva” del Gobierno nacional. Y añadió que “no cuidan ningún tipo de forma, no disimulan; es grosera la manera con que ensucian la lucha mapuche”.