El Gobierno argentino y ese país abrieron una negociación para tratar de solucionar el problema desatado por el aumento de los aranceles que frenó la exportación.

 

La Argentina y Estados Unidos abrieron este viernes una negociación en «buenos términos» para tratar de encontrar una solución al conflicto desatado por la decisión norteamericana de aumentar los aranceles al biodiésel, lo que en la práctica frenó las ventas a ese país.

El canciller Jorge Faurie y el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, Thomas Cooney, mantuvieron un encuentro que concluyó en «buenos términos», y se acordó «analizar una solución» al desacuerdo comercial entre ambos países, informaron fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores.

La Argentina la vendió biodiésel por 1.240 millones de dólares en el 2016, y exportó 1.470.000 toneladas.

Entre enero y junio pasados, la Argentina exportó 741.485 toneladas de biodiésel por US$ 543,8 millones.

Del total exportado, Estados Unidos compró 716.485 toneladas, el 96% del total.

En 2016, las exportaciones de biodiésel a Estados Unidos representaron el 25% de las ventas totales de la Argentina a ese mercado.

En el encuentro con el diplomático norteamericano también participaron el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser.

La reunión se produjo un día después del comunicado en el que la Cancillería manifestó la «preocupación» y «rechazo» del gobierno argentino a la decisión de Estados Unidos de aumentar los aranceles a la importación al biodiésel argentino.

Faurie había mantenido también una comunicación telefónica con el Secretario de Estado Adjunto de los Estados Unidos, John Sullivan, a quien le transmitió el desacuerdo del gobierno sobre esa medida.

Cooney había sido citado el martes, cuando se conoció la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos.